Cuando llega a nuestra vida la idea de ser mamá, cada una de nosotras pasa horas y horas pensando todas las cosas que va a tener que hacer; un montón de ideas y proyectos para lograr ser: “La mejor mama del mundo”.
¿En qué consiste ser la mejor mamá del mundo?
Muchas veces uno en lo primero que piensa es en darle la mejor educación, en cocinarle lo más rico, en cuidarlo lo más posible, en hacer todo lo que está en nuestro alcance para que nuestro bebé sea feliz!.
Pero muchas veces esto no alcanza, y en el camino de la maternidad, hay más de un conflicto que deberemos superar.
Cuando son bebés, recién nacidos, el primer conflicto con el nos topamos es el llanto, al que no le encontramos justificación y al cual no sabemos cómo calmar cuando ya probamos con la teta, con hacerlo dormir, hablarle como payasos o cambiarlo de mil y una manera de posición y no logramos que deje de llorar. Seguramente les habrá pasado que pensamos enseguida que algo le duele y lo llevamos a una guardia para que nos digan porqué llora, cuando llegamos, de repente deja de llorar, y ahí es cuando el pediatra le explica nuevo trucos para calmarlo y que no tengan que correr a la guardia. Nosotros somos conscientes de lo que es que un bebé llore por mucho tiempo y no se calme con nada.
En el servicio de neonatología, muchas veces nos llevamos grandes dolores de cabeza de muchos bebés llorando al mismo tiempo, y no nos alcanzan las manos para calmarlos, muchas veces hacemos de todo y paseamos con ellos para darle seguridad y protección y lograr así calmarlos.
Desde ese primer momento, en el cual el pequeño no sabe expresarse y la mamá no entiende que es lo que le sucede, comienza esta difícil tarea de ser mamá, pero los bebés aunque no lo crean son más simples de lo que parecen. Ellos necesitan comer, dormir, estar contenidos, que le cambien el pañal y los reflejos son su punto débil, no hay como parar el llanto como con un buen chupete. Yo sé lo que me van a decir: “yo probé un montón de veces y mi bebe escupe el chupete y no lo agarra nunca”. Muchas veces es porque el chupete no es el adecuado para él, o por que en ese momento de llanto tiene alguna necesidad que saciar, o tiene cólicos que lo molestan y no lo dejan dormir. Ahí es cuando unos masajitos y ejercicios para la panza lo van aliviar, ponerlo boca abajo y calmarlo suele servir de mucho, ¡OJO! siempre que el bebé esté boca abajo es necesario que lo estemos observando!
Luego, ya son más grandes, y se saben expresar un poquito mejor, nos hacen entender si les duele algo, así podremos consultar al pediatra para que los ayudemos como calmar esa molestia.
Lo que nunca debemos permitir son los berrinches!, el niño es un ser razonable, es decir podemos hablarle para que él entienda, y una vez que se comporta como un perrito que ladra sin pensar, y que ¡Llora pero sin que se le caiga una lágrima! debemos preguntarle ¿por qué estás haciendo eso?, y hacerles entender que lo que nosotros hacemos siempre es para su bien. No los dejen gritando y llorando desconsoladamente, porque cuando lo hizo una vez, te lo va a volver a repetir siempre que quiera algo, más si al terminar el berrinche te venció y le diste lo que quería.
Una mamá no esta para darle todo lo que quiere, ellos son chiquitos y no saben qué es lo mejor para ellos, seguramente si lo ponen en en un quiosco, las golosinas y los empaques de masitas van a ser lo que más les llame la atención, y es que están diseñadas para eso, pero tenemos que saber como adultos que la alimentación del niño es un pilar fundamental para su salud. Cuando sea adulto, la obesidad, y el consumo excesivo de azúcares llevan a pacientes con diabetes, hipertensión, infartos cardíacos, accidentes cerebro vasculares, por lo que ponernos firmes al momento de elegir la dieta adecuada para nuestros hijo es una forma de cuidar su futuro.
Otra cosa fundamental es la educación. Tanto en el colegio como en casa, el acompañamiento escolar logra que el niño tenga más ganas de estudiar, y se sienta contenido, por eso es importante convertir al estudio como una actividad en familia, es necesario incentivarlo a ser cada día mejor, apoyarlo en cada uno de sus proyectos y orientarlo en lo que necesite.
El deporte es otra base que debemos inculcar, es algo que en un comienzo a los niños les gusta mucho, es el momento clave en el que ellos aprenden jugando, el acompañarlos, hacer actividades familiares como salir a caminar, o algún deporte en familia o simplemente ir y apoyarlos durante el partido de fútbol es algo al que el niño le da seguridad y además ayudamos en su salud física. No queremos futuros fisicoculturistas, pero si adultos saludables, con hábitos saludables.
Y sobre todas las cosas, lo que más necesita tu bebé, tu niño y tu adolescente es un hogar, un lugar en el cual el se sienta seguro, amado. Un lugar en el cual encuentre refugio, y eso lo podes generar vos nomas, conteniendolo y acompañándolo desde el primer momento que lo tenes en tus brazos, ya sabes que tu vida cambio y sobre todo que esa vida comienza gracias a vos!
Espero que te sirva! Y de corazón se que si lo intentas, ya con eso estas siendo una super mamá!.